Agosto Provincial

La Tendencia y los gobernadores del ‘73

Agosto Provincial

Damián Antúnez Harboure

18/08/2012

La temperatura política de aquel agosto del ’73 no se condecía con la temperatura física del ambiente. En pleno invierno austral el peronismo estaba al rojo vivo. Durante el último fin de semana del mes de julio se informaba sobre el cese de los hasta entonces consejeros del Consejo Nacional del MP y de su secretario general Dr. Juan Manuel Abal Medina. El nuevo Consejo Nacional “Provisorio” consagraba el imparable ascenso del sector conocido como ortodoxo así como la práctica desaparición de todo aquello que pudiera estar relacionado con la Tendencia Revolucionaria del Peronismo. La salida por la puerta trasera de Abal Medina y su virtual reemplazo, como portavoz del Consejo Provisorio, por el Dr. José Humberto Martiarena (senador nacional por Jujuy) puede ser visto como una nueva y contundente vuelta de tuerca del retroceso político de la Tendencia en el gobierno nacional.

El mes de agosto de 1973 también sería el de la puesta en marcha del segundo sintagma del famoso slogan de la campaña electoral Cámpora al gobierno, Perón al poder. Había llegado el tiempo de “Perón al Poder”. El denominado Congreso del Cervantes, del sábado 4 de agosto, proclamaba por aclamación la fórmula presidencial Juan Domingo Perón-María Estela Martínez de Perón y el último día del mes la Ortodoxia y la Tendencia -los nombres que encierran a los dos grandes sectores en pugna del MP de entonces- volvían a medir fuerzas con motivo de un macro desfile militante frente a la sede de la CGT de la calle Azopardo, desde cuyos balcones el líder del movimiento y candidato por tercera vez a la presidencia saludaba a la concurrencia. Por cierto, un saludo que no llegó a los militantes enrolados en la Tendencia ya que casualmente los organizadores del acto y “dueños de casa” convencieron al General de retirarse para evitar la fatiga, una vez que hubieran pasado “los muchachos” de los sindicatos. De esta manera, al paso de la gente de la Tendencia sólo quedaban en el balcón el ministro López Rega, Isabel y algunos pocos sindicalistas. Una pequeña astucia en medio de un enfrentamiento político que cada vez dejaba menos espacio para “las bromas”.

En definitiva, un mes lleno de tensiones, pujas y tomas de posiciones frente al nuevo escenario político nacional. Por ello durante ese agosto, en las provincias gobernadas por quienes ya eran señalados como vinculados, próximos, favorables o directamente de la Tendencia, las tensiones iban decantando en conflictos abiertos, en crisis de gobiernos, en denuncias de todo calibre y hasta en pedidos de renuncias o de intervención federal. Veamos lo que sucedía entonces:

•  BUENOS AIRES: El enfrentamiento creciente entre el gobernador Dr. Oscar Raúl Bidegain, abiertamente recostado sobre la Tendencia, y un vicegobernador Calabró (UOM) que se enarbolaba como el referente de la Ortodoxia provincial, concluía a mediados del mes de agosto con una crisis de gabinete que implicó una renovación parcial del equipo de gobierno. El cambio de orientación, tanto en el nivel del gobierno nacional con la renuncia de Cámpora como en su versión partidaria con el cese de Abal Medina y del antiguo Consejo Nacional, llevó a Bidegain a tener que hacer frente a lo que ya se conocía como las denuncias de “infiltración”, lo que no quería decir otra cosa que la puesta en marcha de un macartismo contra presuntos y/o potenciales “infiltrados marxistas” en el seno del Movimiento. En pocas palabras, se trataba de una caza de brujas desatada contra lo que genéricamente se relacionaba con el sector de la Tendencia. De este modo, en una especie de resolución salomónica de la crisis, el gobernador prescindía de sus ministros de Gobierno, Dr. Ricardo Mariategui -un nombre de su confianza pero ajeno a la puja interna del justicialismo-, y de Bienestar Social, Dr. Floreal Antonio Ferrara -distinguido sanitarista aupado por la Tendencia-. Así, los reemplazantes también respondían a esa solución de “una de cal y otra de arena”. Bidegain pactaba con el referente de Montoneros en la provincia, Norberto “Cabezón” Habbeger, y con el diputado nacional y dirigente histórico del peronismo platense, José Carmelo Amerise, el ingreso del abogado y periodista Dr. Manuel Urriza al ministerio de Gobierno y le concedía una carta a los ortodoxos al nombrar en Bienestar Social al médico militar y ex ministro del gobernador Mercante Dr. Carlos Bocalandro. Pero esto no era todo. Hacia finales del mes de julio el gobernador ya se había visto obligado a sacrificar a su secretario general de la Gobernación Julio Leandro Maisonnave -reemplazado por el ex sindicalista ferroviario Ángel Ponce-, al titular de la Asesoría Provincial de Desarrollo (ASPRODE), el prestigioso académico de Ciencias Exactas Dr. Rolando García -reemplazado por el ascendente dirigente montonero Daniel Vaca Narvaja- y hasta el mítico sobreviviente de los fusilamientos de José León Suárez de 1956, Julio Troxler que ocupaba hasta entonces la sub jefatura de Policía de la provincia. En fin, esa fue la respuesta de Bidegain al embate ortodoxo, pero éste no hacía más que comenzar. El denominado Operativo Dorrego oficialmente caratulado como Plan Provincial de Reconstrucción Gobernador de Buenos Aires Coronel Manuel Dorrego aportará en los próximos meses los principales folios del expediente condenatorio del gobierno de Bidegain.
•  CÓRDOBA: El mes de agosto encontraba al gobernador Dr. Ricardo Obregón Cano cuanto menos con dos frentes abiertos. En el plano económico-social soportaba un fuerte embate de los productores ganaderos quienes auspiciaban un notable desabastecimiento de carnes como respuesta a su desacuerdo con los precios fijados por el Pacto Social. A su vez, en el plano social-educativo, la propuesta de ley del Ejecutivo provincial sobre el Estatuto Básico del Personal Docente de Enseñanza Privada de la provincia de Córdoba comenzaba a transformarse en una poderosa plataforma opositora en la que reportaban no solamente los defensores de las prerrogativas de la Iglesia en materia educativa sino también la propia Ortodoxia peronista despechada por el fracaso de su referente Julio Antún en sus aspiraciones a la gobernación y del dirigente sindical metalúrgico Alejo Simó a la vicegobernación.
• MENDOZA: Si la poca sintonía del gobernador Dr. Alberto Martínez Baca con su vice, el dirigente metalúrgico Carlos Arturo Mendoza, fue una marca de fábrica desde el inicio mismo de su gestión, también lo fue el conflicto educativo en torno a unos publicitados Seminarios de Educación. Así, iniciado el mes de agosto, el gobierno ponía en marcha esta novedosa iniciativa pedagógica para debatir en el seno de la comunidad docente las Pautas Educativas que habían elaborado los propios representantes sindicales de los trabajadores de la enseñanza. Estos Seminarios debían desarrollarse entre agosto y septiembre de 1973 y el documento que surgiera de los mismos iba a tomarse de base para la elaboración de la futura Ley General de Educación. Ahora bien, los promotores de esta política, el ministro de Educación Dr. Francisco Reig y su subsecretario Dr. Julio Carricondo -ambos sostenidos desde la Tendencia– fueron rápidamente calificados de “infiltrados” y acusados por la Asociación de Padres de Alumnos de Colegios Oficiales y no Oficiales de algo así como “instigadores” de una presunta ideología marxista en el seno de la enseñanza. En realidad, lo que estaba en discusión, al igual que en Córdoba, era la no aceptación por parte del Consejo Provincial de Educación Católica del carácter vinculante para los colegios privados del contenido de los Seminarios. Por cierto unos Seminarios en los que podían participar con voz y hasta con voto si a cambio aceptaban el carácter vinculante del documento que surgiera de los mismos. En otras palabras, allí se dirimía una profunda puja de poder donde, una vez más, se anotó la Ortodoxia peronista para acusar al gobernador de responder ciegamente a la Tendencia y de cobijar a los ya célebres “infiltrados”. El paso siguiente sería la puesta en marcha de una incansable campaña reclamando la intervención federal. Pero todo a su tiempo, recién estamos en agosto.
• SANTA CRUZ: El gobernador Don Jorge Cepernic no dudó un minuto en blanquear el enfrentamiento político que tenía con su vice, el sindicalista petrolero Eulalio Encalada, el secretario general de la CGT local, Hugo Peralta, y su homólogo de las 62 Organizaciones, Luis Castellano. El proyecto enviado en el mes de junio a la Legislatura unicameral presidida por Encalada, para expropiar unas 650.000 hectáreas pertenecientes a firmas británicas o con formato societal nacional pero de indudables raíces con la corona del Reino Unido, trazó desde el inicio de su gestión una línea de demarcación infranqueable que dejó a la Ortodoxia en el campo enemigo del gobernador y lógicamente a éste, por oposición dicotómica, junto a la Tendencia; un sector con el que ya se había mostrado afin desde la campaña electoral. Pero aún así, los enfrentamientos traspasarían las fronteras de la provincia hacia finales de julio y comienzos de agosto cuando el gobernador se negara a devolver un helicóptero cedido por el ministerio de Bienestar Social de la Nación, para hacer frente a la catástrofe natural causada por un temporal que asolaba a la provincia en esos meses invernales. Este hecho tuvo además connotaciones romanescas debido a que el propio Cepernic      -avezado piloto civil- se ocupó de reconducir la nave cuando el piloto oficial se disponía a trasladarla a Buenos Aires. Como era de esperar, este “atrevimiento” le sumó un antecedente más en ese prontuario de gobernadores de la Tendencia que ya se estaba redactando. En este caso Cepernic había desatado la ira de nada menos que el ascendente e influyente ministro del ramo López Rega, a la sazón secretario privado del General Perón. Las inclemencias del tiempo político no hacían más que comenzar.
• SALTA: El mes de agosto fue en rigor de verdad una especie de impasse para el gobernador Dr. Miguel Ragone. El popular y prestigioso neurocirujano devenido gobernador debió soportar un mes de julio signado por el conflicto de la toma de la emisora LV9 Radio Salta, pero sobre todo por el que afectó a la CGT. Allí estaba enraizado el sector interno que jamás aceptó su candidatura, aquel que sostenido en la UOM, postulara al Dr. Horacio Bravo Herrera como candidato a gobernador, enfrentado a su vez con el sector más combativo del sindicalismo local denominado CGT clasista de los dirigentes Armando Jaime y Juan Carlos Salomón. Lo cierto es que en la disputa por la conducción de la central obrera local, los clasistas unidos con la JP (Regional V) ocuparon la CGT. A partir de entonces las presiones de los ortodoxos para que el gobernador desalojara el edificio se hicieron insoportables e imposibilitaron cualquier tipo de acuerdo. Finalmente, el ministro de Gobierno, a quién por cierto los ortodoxos acusaban de “infiltrado” por su vinculación con la Tendencia, Dr. Enrique Phister Frías ordenó el desalojo por la fuerza pública en medio de las protestas de los clasistas. En síntesis, el gobernador quedaba atrapado entre dos fuegos a izquierda y derecha pero sin sacarse el “san benito” de la Tendencia que se había ganado desde el inicio de la gestión al determinar que se procediera a investigar las violaciones a los DD.HH. cometidas por la policía provincial durante los gobiernos de facto. Así el nuevo jefe de la policía provincial, Rubén Fortuny, un viejo peronista muy allegado al gobernador, impulsó toda una serie de denuncias que acabaron con los autores de torturas y vejaciones de toda índole encausados y detenidos a la espera de ser juzgados. Podríamos decir que todo esto formaba un cóctel molotov que podía estallar en cualquier momento, y destinado a explotar en las manos del gobernador. Todo era cuestión de tiempo, ya que habrá que esperar a septiembre y más concretamente al día siguiente al asesinato de Rucci para asistir al primer gran estallido destinado a deshacerse de un iconoclasta gobernador Ragone.